Gofio Buen-Lugar, empresa fundada en 1958 en el término municipal de Firgas, municipio norteño de Gran Canaria.  Gestionada durante gran parte de su andadura por la familia Almeida, la cual ha depositado en ella toda su dedicación e ilusión.

Debido al trabajo familiar de muchas décadas y la sabiduría traspasada de padres a hijos, es como el Molino de Buen-Lugar a obtenido un producto de altísima  calidad con el cual surtimos a un mercado emergente.

En el siglo pasado los emigrantes canarios difundieron la elaboración y consumo del gofio más allá de Canarias, de tal modo que hoy día, se consume también en Venezuela, Uruguay, el Sahara y otros lugares.

Con medio siglo de existencia y utilizando la misma técnica que nuestros antecesores, este molino sigue elaborando el mejor gofio, 100 % natural y con todo el aroma y el sabor de siempre.

Tras una esmerada y exhaustiva selección del mejor grano de maíz, se procede a su tueste.

La importancia de esta fase radica en conseguir siempre el mismo color del grano.  Este grano tostado según su intensidad, para obtener las distintas variedades de gofio, es transportado y almacenado en silos de acero inoxidable, para luego llevarlo automáticamente por cinfines transportadores a la zona de molienda.

Una vez seleccionado y tostado, y transportado el grano es molido como se hacía tradicionalmente, pero con unas piedras modernas, y totalmente seguras para el personal que realiza su fabricación. 

Este par de piedras circulares que girando a velocidad constante consiguen hacer del grano de millo una harina 100% natural que es el gofio.  Este gofio acabado de moler posee una textura, aroma y sabor ideal de este alimento tan preciado por los canarios y que ha sido para muchas generaciones, uno de los elementos más importantes en su alimentación, debido a su alto valor energético.

Solo queda empaquetarlo por un sistema muy moderno de envasado de plastico, que hace conservar todas sus carácteristicas para que al llegar a sus casas lo disfruten como acabado de fabricar..